Las marcas más famosas del mundo tienen una cosa en común: sus slogans son únicos e inolvidables. Seguro que, a la hora de pensar en esta palabra, automáticamente te vienen a la cabeza esas frases que tanto han machacado tus marcas favoritas en sus anuncios publicitarios. Y es lógico. Las tienes grabadas en la memoria porque han conseguido hacer bien su trabajo.
Pero por eso estás aquí, porque tú también quieres eso para tu marca y estás buscando cómo conseguirlo. No te preocupes, te vamos a ayudar a crear el eslogan perfecto para impulsar tu negocio.
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Claves para crear el eslogan que tu marca necesita
Si quieres bombardear a tus consumidores con un buen eslogan en esa próxima campaña de mail marketing que hagas con Mailrelay, o en los anuncios que vayas a poner en medios de comunicación o incluso TV, antes tienes que darle forma a esa frase. Debe ser una expresión rápida y sencilla, algo que la gente vincule a tu marca al momento, o a un producto o servicio.
Es fácil decirlo, y lo cierto es que el proceso de elaboración, aunque tiene sus complicaciones, también es bastante simple. Solo hay que cumplir con una serie de factores y pasos para conseguir crear un eslogan perfecto. Fácil, ¿verdad? Pues con ese ánimo, vamos a ponernos manos a la obra.
Las características que no pueden faltar
Un buen eslogan debe cumplir con una serie de características para conseguir que tenga el efecto deseado, que sea fácil de recordar y que todo el mundo lo pueda asociar a tu marca. Dicho así, parece que hay que hacer auténtica brujería, pero en realidad, todo se limita a hacer que sea breve, que llame la atención y sea claro, que tenga un tono positivo y persuasivo, un toque emocional y, por supuesto, que sea original y creativo.
Casi nada, ¿verdad? Esas son las características que definen a un buen eslogan. Como verás, no son fáciles de abarcar, pero es precisamente por eso por lo que realmente hay pocos esloganes que sean verdaderamente memorables. Hay cientos de miles, pero pocos destacan como deberían y es, básicamente, porque no cumplen con estas condiciones que te acabamos de dar. Ahora que las sabes, ya tienes un objetivo claro.
Conoce bien tu marca y su esencia
Para conseguir un eslogan efectivo, es muy importante que entiendas al máximo ya no solo qué es tu marca, sino cuáles son sus valores y cuál consideras que es la esencia que la define. Debes reducirlo todo a una idea, a la que realmente da vida a tu negocio y hace que sea tan especial, lo que lo distingue del resto. Debes tener muy claro el qué, el por qué y el quién da vida a la marca y, una vez tengas todo eso, debes buscar el por qué.
No es nada fácil, te lo advertimos, pero es el mejor patrón a seguir. Si eres capaz de responder a todas esas preguntas sobre tu negocio, entonces es porque realmente lo entiendes y por que sí puedes elaborar un eslogan que lo defina y que marque a las personas. Ten en cuenta que debes buscar la forma de transmitir todo esto al mundo entero, y la única manera de conseguirlo es entendiéndolo a la perfección, siendo capaz de reducirlo al mínimo para condensarlo en una frase.
¿Qué quieres provocar?
Una vez tienes la esencia del negocio, toca pensar en lo que buscas impulsar entre las personas. ¿Estás pensando en destacar alguno de sus valores clave, crees que es mejor virar hacia su producto o servicio estrella? O mejor aún, quieres centrarte en lo que causa en las personas. Ten en cuenta que el eslogan debe tener un toque evocador, debe provocar algo entre el público manteniendo un toque positivo.
Lo mejor para ir perfilando la idea es que hagas una extensa lista con todo lo que te venga a la cabeza y vayas descartando poco a poco hasta ir quedándote con varias reducidas y concentradas. No es fácil separar la paja del grano, lo sabemos, pero es un proceso necesario para dar con el Santo Grial de los esloganes, con algo que realmente marque a tu audiencia.
Escribe, escribe, escribe
Hecho todo lo anterior, toca ponerse manos a la obra con uno de los puntos más importantes de todo el proceso: escribir el eslogan. Ya tienes los ingredientes, pero ahora te toca ver cómo combinarlos y cómo cocinarlos para conseguir el plato que buscas. Para conseguirlo, solo hay un camino, y es el de la experimentación.
Aquí, eso se traduce en escribir, escribir y escribir sin parar. Construye frases, todas las que te vengan a la cabeza. Ve descartando, ve perfilando, ve retocando hasta que te acerques a lo que buscas. Lo cierto es que esta fase es bastante repetitiva, pero debes dedicarle todo el tiempo del mundo. El resultado, al final, hará que valga la pena.