Las empresas que buscan su expansión a distintos mercados, en ocasiones, necesitan presentar sus sitios web en otros idiomas. Éste es un trabajo que debe realizarse con sumo cuidado para asegurar que la profesionalidad que existe en el sitio original se transmita a sus traducciones.
Traducir una web es un trabajo que no debería causar muchos quebraderos de cabeza si se sigue el procedimiento apropiado para ello. Lo primero será seleccionar una empresa profesional en el área que tenga pleno dominio de todos los detalles que se esconden tras estas acciones.
Como es lógico, los encargados de esta tarea deberán tener a disposición toda la información necesaria para ejecutar el trabajo de forma eficaz y, en ocasiones, esto conllevará mucho más que el simple contenido encontrado en el sitio web original, pues para hacer una transmisión eficaz hay que comprender a fondo el tipo de servicio prestado.
Resumen del Contenido
Paso 1: determinar las condiciones previas a la traducción
A la hora de iniciar el trabajo de traducción del sitio web será necesario considerar ciertos elementos que facilitarán el trabajo y permitirán obtener un resultado apropiado. Dentro de éstas se encuentran:
- El tipo de página o páginas incluidas dentro del sitio web, ya que no será lo mismo avanzar con un apartado de “Quienes somos” que con una página de venta completa.
- El tipo de lenguaje de programación que se disponga, ya que hoy día los traductores tienen oportunidad de utilizar apoyos como plugins y otras herramientas para avanzar de manera más rápida y eficaz en el proceso.
- Determinar si existen publicaciones en redes sociales y otros medios extras al sitio web que también necesiten ser traducidos. Este punto es valioso, incluso, para el uso constante cuando se publiquen nuevas entradas al blog, ofertas o promociones por sólo mencionar algunos contenidos.
Paso 2: prestar atención a elementos SEO
El posicionamiento SEO es una condición a la que todos los sitios web prestan mucha atención para asegurarse de que aparecen en lugares apropiados en los buscadores, ya que la aplicación del algoritmo del buscador de Google, por ejemplo, tiene en cuenta muchos factores, como la ubicación y el idioma, entre muchos otros.
Esto quiere decir que las palabras claves y demás elementos SEO que se manejen dentro de los contenidos del sitio web deben ser estudiados con cuidado para darle una correcta traducción que asegure un buen apoyo para estos elementos. Si las traducciones no tienen en cuenta este aspecto, el sitio web podría perderse frente a la voraz competencia que seguro tiene.
Paso 3: enfocarse en el contexto
El tercer aspecto en el que hay que poner atención obligatoria es en el contexto, pues resulta imprescindible atender este aspecto si se desea obtener el éxito en ese nuevo idioma. Un buen servicio de traducción debe estar atento a este punto y asegurarse de comprender cuál es el mercado objetivo que tiene la empresa.
Supóngase, para ilustrar mejor esta parte, que una empresa de Estados Unidos decide crear su versión en español para conseguir ventas hacia México. Se trata de una empresa de productos para piscinas.
Con el fin de geolocalizar el sitio web, colocan la extensión .com.mx, pero la empresa que presta el servicio de traducción no presta atención al contexto al cual se dirige la empresa. Entonces, utiliza como posibles traducciones las palabras piscina o pileta, sin darse cuenta de que en México se conocen como albercas. Detalles de este tipo pueden echar por tierra el éxito de cualquier empresa.
Asimismo, hay que estar atentos a que toda la documentación y asuntos legales de la empresa estén acordes al nuevo mercado donde vayan a establecerse porque cada región tiene sus propias leyes. Una empresa reconocida de traducción no sólo podría ayudar a traducir el sitio web, sino también toda la documentación que se precise, incluyendo los asuntos financieros, los aspectos técnicos y los jurídicos.
En este aspecto también se debe cuidar mucho la temática abordada pues existen áreas que tienen un sistema de trabajo muy específico, como el turismo, la gastronomía y la medicina.
Paso 4: avanzar con la revisión final
El último paso antes de sacar a la luz el nuevo sitio traducido es que toda la información proporcionada allí sea bien revisada por otro traductor, de manera que se respalde el trabajo efectuado por el asignado al proyecto. Si es un hecho que se ha escogido a un profesional certificado, esta parte sólo será por cumplimiento de un requisito porque todo debería estar en orden.
Vale la pena advertir que un error en la traducción puede dar la impresión de que la empresa o persona que ofrece el servicio no es lo suficientemente seria en su área y esto da pie a que se disminuyan las posibilidades de venta, así que es mejor tomar todas las precauciones posibles.
Las estadísticas señalan que las personas navegan por Internet en su idioma nativo, aún cuando muchos logran comprender de alguna manera lo que dice el inglés, por ejemplo, pero es más importante aún saber que se deciden por comprar cuando entienden por completo toda la información proporcionada por el sitio web de la empresa y que les genera mucha confianza que todo lo que se diga sea en su idioma y con un uso correcto de las palabras.
En resumen, los pasos para lograr que un sitio web cumpla con una buena traducción son:
- Selección de una empresa especializada.
- Manejo de la información y el lenguaje de programación con que esté hecho el sitio web original.
- Organización de palabras claves y demás aspectos SEO.
- Atención a la contextualización y los aspectos culturales.
- Realizar una revisión final en apoyo con traductores que no hayan participado del trabajo primario.
Descuidarse en este aspecto puede ser nocivo para quienes deseen incluirse en un mercado nuevo. Sin embargo, aún se ve como muchas empresas dejan esto como un tema en segundo plano pensando que una simple y vulgar traducción hecha por un sistema gratuito online es suficiente. Vale destacar que estos mecanismos ofrecen una traducción palabra por palabra que, en cierta medida es correcta, pero no son capaces de aplicar el estudio contextual que utiliza el ser humano.