A la hora de crear un web podemos cometer una serie de errores muy comunes si no tenemos experiencia en el tema. Vamos a enumerar unos cuantos de estos errores:
- No tener claro cuál es el objetivo o el modelo de negocio. Si tenemos un negocio personalmente creo que tenemos que tener una web. Pero cuando creamos una web, lo que hacemos es solamente fijarnos en la web de la competencia y hacemos algo parecido. Lo correcto es analizar para qué queremos la web y cuál es el objetivo de negocio, y en función de eso, plasmar las diferentes secciones y funcionalidades que debe tener el sitio. Y sobre todo, hacer algo que te diferencie de la competencia para atraer a los clientes, o ¿montarías un restaurante en la misma calle que hay otros 8 con el mismo tipo de menú y precio? Seguro que no si quieres triunfar y no cerrar en menos de un año.
- La web es cosa del informático. Muchas veces, por no decir siempre, solemos pensar que la única persona que tiene responsabilidad a la hora de crear una web, es el informático o el programador encargado de esto. Gran error. La mejor persona para realizar la consultoría inicial de la Web eres tú ya que eres quien conoce mejor el negocio y sabes cuáles son tus objetivos.
El programador solamente está para llevar a cabo nuestras instrucciones de lo que queremos, orientamos al programador en todo momento, no debemos dejar toda la responsabilidad al programador ya que el no sabrá que objetivos tenemos. Si nosotros, no nos implicamos al 100% con el desarrollo de nuestra web, el negocio nunca funcionará. No es suficiente dedicarle nuestros ratos libres, tenemos que tomarnos en serio el trabajo de crear una web. - La web es una copia del catálogo físico de nuestro negocio. Que fácil ¿no?, le damos el catálogo en papel al programador y que nos haga la web. Simplemente, piensa como tú mismo te comportas al leer y buscar en un catálogo impreso y como la haces delante del ordenador con un buscador, ¿haces lo mismo?. Sino no haces lo mismo, sino interactúas de igual forma ¿porque trasladas directamente el catálogo físico tal cual a la web? Por ello, debemos investigar como busca la gente nuestros productos a través de Internet y con los datos obtenidos podremos crear la arquitectura de nuestro sitio web en función de esa búsqueda.
- La inversión en el negocio web es igual a la inversión en hacer la página web. Uno de los errores más comunes es pensar que el coste de mi negocio online es lo mismo que el coste de hacer una web. Si esto lo trasladamos a una tienda física es lo mismo que pensar que el coste de montar un negocio físico es el mismo que acondicionar el local o reformarlo. Y esto sabemos que no es así. Para un negocio online lo primero es la web, sin ella no vendemos no ha negocio. Este es el primer paso, el primer escalón de una larga escalera. Después de hacer la web tendremos que ejecutar nuestro plan de marketing. Una web sin visitas no tienes clientes, sin clientes no vendemos y si no vendemos cerramos el chiringuito. Tenemos que darnos a conocer en Internet, que los usuarios sepan que existimos. Existen multitud de herramientas para la búsqueda de clientes como el Posicionamiento en buscadores, campañas de pago por click, redes sociales, email marketing… Son herramientas en las que hay que invertir dinero y tiempo en hacer que funcionen correctamente.
- La web la hace mi primo, mi amigo o mi vecino que sabe mucho de eso. Si realmente tu primo, amigo o vecino se dedica a esto adelante pero no creo que sea barato y menos gratis. No debemos intentar ahorrar sea como sea, tenemos que buscar un buen servicio y pagar lo justo por ello. Mi primo, amigo o vecino le pondrá mucha voluntad pero le faltará esa pequeña dosis de cariño, ese plus al servicio que necesitamos. Si pagamos por un buen servicio, dará buenos frutos a largo plazo.
- Fijarse solamente en el diseño. El diseño entra por los ojos y por supuesto es muy importante. Pero no es el único componente que debemos valorar para saber si una web está bien construida o no.
Una web además de bonita tiene que ser funcional, operativa y captar muchos clientes. El diseño es muy importante, pero igugal de importante es la usabilidad, estar bien posicionada y tener contenido realmente bueno. - No valoramos el precio de una web. Siempre que pedimos un presupuesto de algo nos parece caro, y por la creación de una web también. El precio de una web es una inversión y lo que tenemos que ver es como recuperar dicha inversión, ver cuántas ventas son necesarias para recuperar esa inversión. Si vendo bicicletas profesionales y con cada bicicleta gano 100 euros, para recuperar los 1000 euros que me costó la web necesito 10 clientes que compren. Para tener 10 ventas ¿cuantos clientes tiene que pasar por mi tienda? Ya veremos este punto mas adelante.
- No elegir correctamente nuestro hosting. Como siempre buscamos algo barato, económico y si es posible gratis. Encontrar un hosting gratuito es muy sencillo, sobre todo el primer año. ¿Pero realmente los servicios que nos ofrece por ese precio es lo que necesito? Si aplicamos aquí el cuento de los tres cerditos ¿queremos una casa de paja o de ladrillos?